Psiquiátrico Barrow Gurney

El hospital psiquiátrico fue uno de los pioneros en implantar terapias como el electroshock. Contaba con numerosas instalaciones para los pacientes incluyendo lugares residenciales.

Frente de Somosierra

Nos acercamos a un paraje en el que se vivió una de las primeras batallas de la Guerra Civil.Recorremos el frente en busca de bunkers, trincheras y cualquier vestigio que pueda quedar.

Château Noisy

Este impresionante palacio construido por una familia noble francesa, yace hoy totalmente olvidado. Nadie recorre sus innumerables estancias ni sube por su impresionante escalinata.

Preventorio abandonado

Interminables pasillos y terrazas recorren este inmenso edificio donde antiguamente se suministraban tratamientos contra la tuberculosis a niños y adultos.

Valdegrulla

Valdegrulla es uno de los innumerables ejemplos de despoblación de nuestra península. Abandonado en 1997 dejá atras una interesante historia y un gran ejemplo de arquitectura popular.

30 de diciembre de 2011

Feliz Navidad

Queremos desear una feliz navidad y un próspero año nuevo a todos nuestros lectores, y esperamos seguir compartiendo con vosotros nuestros viajes.

El próximo año también queremos seguir visitando nuevos lugares y conociendo más gente, y también recuperar algún trozo de historia.



11 de diciembre de 2011

Pueblos abandonados de Soria: Valdegrulla

En la provincia de Soria hay numerosos pueblos deshabitados, y uno de los primeros que visitamos es el despoblado de Valdegrulla.


Se encuentra en la parte occidental de la provincia, y pertenece al municipio del Burgo de Osma, del que se encuentra a unos 10 Km. El pueblo se sitúa en un pequeño alto, rodeado de campos de cereal. Cerca del pueblo hay un arroyo que daba agua a sus habitantes. No hay datos sobre el origen del pueblo, ya que las primeras informaciones datan de 1828, poco antes de la primera desamortización. En ese momento el pueblo contaba con 135 habitantes, de los que sólo 37 eran considerados vecinos. Esto significa que sólo se consideraba vecino al cabeza de familia.
Dos décadas después la población de Valdegrulla se había reducido a menos de la mitad, quedando sólo 62 habitantes, tal y como refleja Pascual Madoz en su Diccionario Geográfico.
El pueblo se despobló por completo en 1997, cuando sus dos últimos habitantes abandonaron su casa. Desde entonces se ha deteriorado rápidamente debido tanto al tipo de construcción de adobe como a las inclemencias del tiempo.
 
La actividad económica de Valdegrulla siempre ha sido el cultivo de cereales, y también la ganadería ovina, caza y pastos.


La mayoría de las casas del pueblo están construídas en tapial y entramado de madera. La tecnica constructiva de tapial consiste en ir vertiendo diversas tongadas (capas) de barro entre un enconfrado de madera que delimita la parte exterior e interior del muro.
El barro estaba constituido por arcillas, pequeñas piedras y paja que da unidad a la mezcla. Ademas como elementos resistente se intercalaba el tapial con el entramado de madera.
Este tipo de construcción sufre mucho los rigores del clima, y por eso los edificios se han deteriorado rápidamente.
Aquí se puede ver claramente la composición del tapial y los efectos de la erosión.


Muchas de las casas cuentan con chimeneas pinariegas. Esta chimenea es un gran cono que se inicia en el techo de la cocina y que va estrechándose hasta sobrepasar el nivel de cubierta. Se trata de una construcción originalmente celtíbera.


Una de las casas más importantes de Valdegrulla es también una de las mejor conservadas.





También se podía acceder a la casa del cura, aunque en el interior no queda nada que la identifique como tal.



Nos acercamos a la calle donde se encontraban las escuelas, de las que en la actualidad no queda nada. En esa misma calle hay otras viviendas.



En el pueblo había un lagar para la fabricación de vino. Además muchas de las casas contaban con bodegas.


El edificio más notable del pueblo es la iglesia de la Exaltación de la Santa Cruz. Se trata de la típica iglesia rural soriana. Es de planta basilical, a los pies se levanta una espadaña de mamopstería de piedra, y carece de ábside. La entrada se sitúa en el lado derecho cerca de los pies, y en el lado izquierdo cerca del altar mayor se encuentra la sacristía.

En esta fotografía se puede ver la entrada a la iglesia cuando aún estaba en uso. La hemos tomado de este sitio web.






La zona del altar mayor está decorada con pinturas a las que está afectando el abandono.






En esta última foto se puede ver la sacristía. Esperamos que no se pierda por completo el patrimonio artístico de Valdegrulla.

14 de noviembre de 2011

El Pontón de la Oliva

La presa del Pontón de la Oliva es una de las obras de ingeniería civil más notables del Madrid del S. XIX, aunque su corta historia estuvo llena de dificultades y la presa cayó en desuso poco tiempo después de ser construida.


Hasta mediados del S. XIX, Madrid se abastecía de agua gracias a 54 fuentes. Este suministro se quedaba escaso para los 260.000 habitantes de la capital, un número que además aumentaba rápidamente. Por ello era necesaria una mejora del suministro, algo de lo que se ocupó Juan Bravo Murillo, el Ministro de Comercio, Instrucción y Obras Públicas bajo el reinado de Isabel II. En 1848 oredenó algunos estudios preliminares para explotar el agua de los ríos cercanos a la capital. El 15 de diciembre del mismo año se aprobó el anteproyecto para traer agua a Madrid de los ingenieros Juan Rafo y Juan de Ribera. Pensaban utilizar el agua del río Lozoya por su calidad.



El 11 de agosto de 1851 el Rey Consorte Francisco de Asís puso la primera piedra de la presa. En 1856 la presa estaba lista para ser probada. La inauguración de la presa tuvo lugar el 24 de junio de 1858, cuando estuvieron finalizadas las obras de ese sector del Canal de Isabel II. EL primer depósito que abastecía Madrid se construyó en el Campo de Guardias, en la calle Bravo Murillo. Posteriormente se construyó una fuente en la Calle ancha de San Bernardo para celebrar la llegada de las aguas a la capital.





La construcción fue realizada por 1.500 presos y 200 obreros libres con los medios de la época. Entre estos medios se incluía el uso de palomas mensajeras como medio de comunicación. Aparte de las duras condiciones de trabajo, también sufrieron una epidemia de cólera en el campamento de construcción.




Se construyó una presa de gravedad que utiliza su propio peso para contener el agua. En su base la presa tiene un espesor de 39 metros, y en la parte superior 6.72. La longitud es de 72.44 m y la altura total, incluyendo 5 metros de cimientos es de 32 metros. La presa se construyó con sillería de piedra y mortero de cal. También hay una torre de captación de una altura similar a la de la presa.



Pese al gran esfuerzo que supuso, pronto se vio que la presa no iba a solucionar los problemas de abastecimiento de Madrid. Sufría numerosas filtraciones debido a la propia tipología del terreno, lo que hacía imposible llenar adecuadamente el embalse. Esto obligó a que en 1860, sólo 2 años después de la inauguración, se tuviera que construir la pequeña presa de Navarejos ya que en época de sequía las filtraciones hacían imposible la captación de agua del Pontón de la Oliva.

El final del Pontón de la Oliva llegó con la construcción de la presa del Villar, aún hoy en funcionamiento y que recibe el nombre de un poblado de la zona ya desaparecido entonces. La primera piedra se colocó el 26 de junio de 1870, y el embalse empezó a funcionar en 1873, aunque las obras no se finalizaran hasta 1882. La presa del Villar es una obra notable, ya que es la primera presa abovedada construída en el mundo, y además sigue en activo 140 años después del inicio de su construcción.

La presa del Pontón de la Oliva nunca funcionó a pleno rendimiento, y su vida útil fue muy corta. Su fracaso no se debió tanto a una mala ejecución de las obras como al desconocimiento de las propiedades del terreno.

En el momento de nuestra visita, en julio, el caudal del río Lozoya era muy bajo, aunque en épocas de mucha lluvia la presa puede llegar a rebosar.



Uno de los caminos de servicio.


El canal que se abrió para dejar paso al río cuando la presa se dejó de usar.





En el lado izquierdo de la presa está la casa de compuertas, además de unas enormes tuberías de canalización.





La torre de captación sirve para regular el nivel del agua contenida en la presa. Es una torre con aberturas a diferentes niveles controladas por un sistema de engranajes en la parte superior.





Desde lo alto de la presa, en la parte trasera vemos el río Lozoya, y en la delantera el pontón que da nombre a la presa.



Además, cerca de la presa se encuentra la ermita de la Virgen de la Oliva. Se constuyó en el S. XII o XIII, y actualmente está incluída en la Lista Roja de Patrimonio debido a su mal estado de conservación.






Actualmente es un lugar frecuentado por los aficionados al senderismo y la escalada. Aparte de la presa en sí, el entorno tiene gran valor y merece la pena visitarlo.