Psiquiátrico Barrow Gurney

El hospital psiquiátrico fue uno de los pioneros en implantar terapias como el electroshock. Contaba con numerosas instalaciones para los pacientes incluyendo lugares residenciales.

Frente de Somosierra

Nos acercamos a un paraje en el que se vivió una de las primeras batallas de la Guerra Civil.Recorremos el frente en busca de bunkers, trincheras y cualquier vestigio que pueda quedar.

Château Noisy

Este impresionante palacio construido por una familia noble francesa, yace hoy totalmente olvidado. Nadie recorre sus innumerables estancias ni sube por su impresionante escalinata.

Preventorio abandonado

Interminables pasillos y terrazas recorren este inmenso edificio donde antiguamente se suministraban tratamientos contra la tuberculosis a niños y adultos.

Valdegrulla

Valdegrulla es uno de los innumerables ejemplos de despoblación de nuestra península. Abandonado en 1997 dejá atras una interesante historia y un gran ejemplo de arquitectura popular.

27 de junio de 2011

Estaciones de Ciruelos y Coca

En tierras segovianas encontramos dos estaciones cercanas pero muy diferentes entre sí: las de Coca y Ciruelos de Coca.

Forman parte de la línea ferroviaria Segovia - Medina del Campo, y quedaron abandonadas con el cierre de ésta en 1993 debido a los pocos beneficios que obtenía. Desde entonces la mayor parte del trazado ha perdido las vías, excepto el tramo Medina - Olmedo, donde se conservaron y han servido para pruebas del AVE. Ciertos tramos del antiguo trazado también han sido ocupados por las nuevas vías de alta velocidad.

Nuestra primera parada es la estación de Ciruelos de Coca.


Además del edificio principal de la estación también quedan los talleres, los servicios y otro edificio que actualmente está bastante deteriorado.










Lo más destacable es el edificio que está junto a la estación. Se encuentra en perfecto estado porque actualmente es una vivienda particular, y llama la atención sobre el resto del conjunto.






Al lado de la estación están los servicios, hoy bastante deteriorados.


Al otro lado hay un edificio que ha sido usado como peña, y está bastante vandalizado. No sabemos cuál era su función original.



A lo largo de todo el andén se ha conservado la vía, como muestra de lo que una vez fue. También quedan los restos de un cambio de agujas.




Siguiendo la vía se llega a los talleres, derrumbados casi por completo.








 Después nos dirigimos a la estación de Coca. Se trata de un edificio moderno que nada tiene que ver con el resto de estaciones de la línea, mucho más bonitas.









En el interior no queda nada, aunque se pueden distinguir los servicios, la sala de control y el archivo, porque hay documentos por todas partes.




Separados de la estación está el taller original, que es igual que el del resto de las estaciones de la línea.





Seguiremos recorriendo la línea en próximos artículos.

15 de junio de 2011

La harinera cerrada

De nuevo visitamos el Canal de Castilla, esta vez para encontrar una  harinera junto a una de las mayores esclusas del canal.


 Esta vez ha sido casi imposible encontrar información sobre la historia del edificio. Sabemos que en 1856 ya estaba funcionando, pero se desconoce la fecha de cierre. Como muchas otras harineras, se encuentra junto al Canal de Castilla, que servía al mismo tiempo como vía de transporte para las mercancías y como fuente de energía para mover la maquinaria de la fábrica.

La harinera tiene un gran edificio de dos cuerpos, uno más bajo que servía de almacén, y adosado el gran bloque de cuatro pisos que era la fábrica en si. Junto a este bloque está el edificio del laboratorio, oficina y vivienda, de construcción bastante reciente.

La primera zona que exploramos fue el almacén.







Uno de los pocos detalles que nos recuerdan la actividad que hubo en la harinera es lo que queda de esta antigua pegatina.


Después de explorar el almacén, no nos quedó más remedio que abandonar el bloque principal de la fábrica, ya que no hay manera de acceder a éste. Nuestro siguiente destino fue el edificio de oficinas, que se encuentra en bastante mal estado.


Ya en el exterior vemos que han robado la mayoría de las rejas metálicas, y en el interior la situación no es diferente. No queda prácticamente nada, salvo lo que encontramos en una amplia sala que fue el laboratorio.



El piso de arriba del edificio parece que fue una vivienda por la distribución de las habitaciones y porque quedan los restos de una bañera, pero aparte de eso no hay nada que nos diga algo de la historia del lugar.

Después exploramos el exterior de la fábrica. Merece la pena visitar el lugar, como gran parte del entorno del Canal de Castilla. Además es una zona muy frecuentada por los amantes del senderismo.



 Junto a la fábrica se encuentra la esclusa del canal. De ahí tomaba el agua la fábrica para mover la turbina que tenía en el sótano, y que hacía funcionar toda la maquinaria. Hoy podemos ver la reja que filtraba el agua que entraba a la turbina.


Para mantener el estanque el agua se retenía con una esclusa controlada por este mecanismo


Y para evitar que el agua se desbordase, todo el sobrante caía hacia un canal secundario que desaguaba pasada la esclusa. En este caso una fotografía no puede mostrar la enorme fuerza del agua al pasar la esclusa. Hay que señalar que en ese punto no hay barandillas.



 En el otro lado del canal había otro edificio, que también parecía ser un almacén por el tamaño y la distribución interna. Al cruzar el canal también teníamos una vista magnífica de la harinera reflejándose en el agua.





Y aquí terminamos nuestra visita a este lugar. Aunque no pudimos acceder al edificio principal, la visita no fue mal, y de alguna manera podemos alegrarnos de que el edificio se conserve razonablemente bien porque está cerrado. Hace unos años hubo un proyecto para urbanizar la zona, y no estaba claro en qué medida podría afectar a la harinera, pero el proyecto finalmente se abandonó, y el lugar ha quedado como lo vemos en la actualidad.

8 de junio de 2011

Avión HS 780

El objeto de esta entrada se encontraba oculto en la niebla. Teníamos la localización preparada en nuestros GPS y nos encontrábamos apenas a unos metros de distancia, pero la niebla no dejaba ver más allá de unos palmos. Gracias a unos paisanos, que sin duda dejamos con la intriga de por qué estábamos tan interesados en tan extraño lugar, por fin lo encontramos.

Ahi estaba, casi invisible, el aeródromo abandonado en el que se encontraba nuestro gigante: el avión HS 780.

El avión es un modelo HS 780 Andover C1, y es un desarrollo del Avro HS 748 de 1960. Voló por primera vez en 1965. Formaba parte de la flota de la fuerza aerea de Nueva Zelanda (RNZAF), y más tarde en 1990 lo compro Eureka Airlines, una compañia de la República Democrática del Congo, en aquel momento Zaire.

En 2006 fue desmontado y trasladado al aeródromo en el que hoy se encuentra.


El avión durante el translado


A partir de 2006 el avión fue usado como centro de pruebas para los servicios de emergencias.


Ahora comienzan nuestras fotografías, que muestran el estado actual del avión.


 La cabina del avión y al fondo el aerodromo que se encuentra semiabandonado.








Las alas se desmontaron para el transporte por carretera. Los motores son turbohélices Rolls Royce Dart 12 Mk 201 de 3245 CV cada uno. Actualmente de los motores sólo quedan las carcasas y alguna que otra chapa de identificación.



El interior es el de un avión de carga, en el que se podian montar hasta un máximo de 44 asientos. En principio fue diseñado como un avión militar.



La pequeña cocina aún se reconoce, el fregadero, la nevera...





 Y lo más que ilusion nos hacia ver. ¡La cabina!, que aún conservaba parte de los mandos.



Las naves del aeródromo hoy se usan como almacén.





Con mucho frío y calados hasta los huesos, pero contentos por la visita, finalizamos este post. No se ve todos los días un avión abandonado.