Psiquiátrico Barrow Gurney

El hospital psiquiátrico fue uno de los pioneros en implantar terapias como el electroshock. Contaba con numerosas instalaciones para los pacientes incluyendo lugares residenciales.

Frente de Somosierra

Nos acercamos a un paraje en el que se vivió una de las primeras batallas de la Guerra Civil.Recorremos el frente en busca de bunkers, trincheras y cualquier vestigio que pueda quedar.

Château Noisy

Este impresionante palacio construido por una familia noble francesa, yace hoy totalmente olvidado. Nadie recorre sus innumerables estancias ni sube por su impresionante escalinata.

Preventorio abandonado

Interminables pasillos y terrazas recorren este inmenso edificio donde antiguamente se suministraban tratamientos contra la tuberculosis a niños y adultos.

Valdegrulla

Valdegrulla es uno de los innumerables ejemplos de despoblación de nuestra península. Abandonado en 1997 dejá atras una interesante historia y un gran ejemplo de arquitectura popular.

12 de julio de 2011

Búnkers en Madrid

Seguimos nuestro recorrido por los restos de la Guerra Civil en Madrid, y esta vez empezaremos por Los Molinos, un enclave de gran valor estratégico ya que controlaba el paso a través del Alto del León en la parte baja de las monañas.

En Los Molinos aún se conservan varios búnkers republicanos construidos para impedir el paso de las fuerzas nacionales desde el norte. Pudimos visitar dos de ellos, muy cerca de la población.






Desde  este búnker se podía controlar buena parte de la sierra, como pudimos comprobar.


En Los Molinos también hay un búnker que actualmente ha quedado dentro del recinto del sanatorio abandonado de La Marina.

Nuestro viaje continuó hacia el escenario de una de las batallas más sangrientas de la Guerra Civil: Brunete.

La batalla de Brunete tuvo lugar entre el 6 y el 25 de julio de 1937. El bando republicano atacó a las fuerzas nacionales para intentar reducir la presión sobre Madrid. El plan original del general Miaja era realizar un ataque envolvente sobre las fuerzas al mando del general franquista Yagüe, para así aislarlos. Junto a este ataque también habría otra ofensiva cerca de Aranjuez, pero finalmente ésta no se llevó a cabo.


El frente nacional en ese momento no era muy sólido, por lo que cuando empezó el ataque desde Valdemorillo en la noche del 5 al 6 de julio de 1937  los ejércitos republicanos avanzaron hasta 16 Km. en unas horas, y tomaron Brunete superando una fuerte resistencia. Al día siguiente el ejército republicano también tomó Villanueva de la Cañada, el día 8 Quijorna y finalmente el día 11 Villafranca del Castillo y Villanueva del Pardillo. Después de esta ofensiva, la divisíon a las órdenes de Enrique Líster se atrincheró en Brnete en vez de seguir el plan original de Miaja, que dirigía la batalla desde un caserón cerca de Torrelodones. De esta manera Boadilla del Monte no fue atacada. En la fotografía aparece Enrique Líster (centro) con sus soldados después de la batalla de Brunete.



La reacción de los nacionales no tardó en llegar. Trajeron refuerzos del norte, y la Legión Cóndor ofreció un importante apoyo aéreo. Cuando las fuerzas republicanas estaban muy cerca del puesto de mando del general nacional Varela en Boadilla del Monte,la resistencia nacional se hizo más fuerte. El día 12 comienza el contraataque nacional bajo un sol abrasador.

La superioridad aérea nacional (con ayuda del III Reich) contrubuyó en gran medida a que el bando ncional recuperase Brunete el día 24 e hiciera retroceder varios Km. a las fuerzas republicanas. Además la rapidez del contraataque cogió por sorpresa a varios grupos republicanos, provocando insubordinaciones. Tanto es así que la XIII Brigada Internacional se sublevó y fue detenida por la fuerza (usando armamento pesado) por la Guardia de Asalto en la carretera de la Coruña.

A pesar de estas sublevaciones el ejército republicano sigue defendiendo el terreno que habían conquistado al inicio de la batalla y sufren grandes pérdidas, pero no desplazan tropas desde Madrid para defender ciertas zonas que consideraban sin importancia.

El día 16 los nacionales habían acumulado una gran cantidad de refuezos y lanzaron la contraofensiva definitiva. Durante la semana del 19 al 26 de julio las fuerzas republicanas se fueron retirando bajo fuego enemigo. El 27 de julio termina la batalla, con el frente estabilizado y algunos pueblos tomados por el ejército republicano.

Para tan pequeña ganancia, la batalla se saldó con 37.000 muertos y heridos entre los dos bandos, aunque hay fuentes que elevan esta cifra hasta 50.000. La aviación republicana sufrió hasta 4 veces más perdidas que la franquista (recordemos que fueron ayudados por la Legión Cóndor). Además se dieron episodios muy trágicos, como cuando la artillería de ambos bandos disparaba sobre sus propios ejércitos debido a la descoordinación en el frente. A nivel general el impacto etratégico de la batalla fué mínimo, ya que no cambió para nada nigún frente, pero el coste en vidas fue enorme.

Después de conocer la historia del lugar, nos dirigimos a Brunete, donde pudimos visitar 3 posiciones defensivas nacionales.

La primera es un grupo de 3 búnkers en forma de cruz. a ambos lados de la carretera. Se encuentran en buen estado, aunque uno de ellos está algo más dañado.




 En uno de los búnkers la trampilla del centro no estaba tapada con escombros, y todavía se puede ver una de las bocas del túnel de acceso. La otra entrada del túnel está a unos 30 metros en la cuneta de la carretera, y es sorprendente que se haya conservado hasta ahora.



 La segunda posición que visitamos es un grupo de tres casamatas en uno de los accesos al pueblo. También están bien conservadas, aunque el interior de una de ellas está lleno de basura y escombros. Otra ha sido restaurada y el acceso es imposible.



La tercera posción se encuentra en unas tierras de cultivo cerca de una gasolinera. Dos de las casamatas están en la tierra, y la tercera en una finca particular. En esa zona encontramos un casquillo de bala de la época.



Antes de dejar Brunete paseamos por el casco urbano, y pudimos ver los impactos de bala en los muros de la iglesia, testimonio de los combates que allí se vivieron. De hecho el pueblo fue destruido en gran parte.



 La batalla de Brunete tuvo lugar en una zona más amplia que el propio pueblo, así que nos dirigimos a otro escenario: Navalagamella. Allí los combates también dejaron el pueblo arrasado, y fue reconstruido durante los años 40.

En Navalagamella hay varias posiciones defensivas nacionales, aunque nosotros sólo vistamos una de ellas que se encuentra junto a la iglesia. Son tres búnkers de forma irregular, y están peor conservados que los de Brunete debido al vandalismo.




 Lo más destacable de los búnkers es el espesor de los muros, algo que se puede ver mirando a través de las ventanas de tiro.


Desde esa posición también se pueden ver varios edificios en ruinas que fueron destruidos durante la guerra.



El último destino de nuestro viaje fue Fresnedillas de la Oliva, donde también hay varias posiciones y algunas de ellas se encuentran en parcelas privadas. La que nosotros visitamos se encuentra en un páramo de encinas y está bastante deteriorada. Las edificaciones son diferentes de las que encontramos en los anteriores destinos, ya que sobre todo esta posición se utilizó como puesto de control. Quedan varios edificios de forma semicilíndrica que parecen ser almacenes, restos de viviendas y también están los restos de un parapeto defensivo.



Y así terminamos nuestro recorrido por los restos de la Guerra Civil en Madrid. Sólo hemos visitado una pequeña parte de ellos, pero ha sido un viaje muy interesante con el que hemos aprendido algo de nuestra historia, aunque trágica.

Para leer la primera parte del reportaje en la sierra de Guadarrama, pincha aquí.
Si quieres leer nuestro reportaje sobre los búnkers del Frente de Somosierra, haz clic aquí.